Se cumple el anhelo del médico de mineros, palliris y campesinos

Llallagua, Norte Potosí, lunes 31 de diciembre de 2018 (ABC-Prensa).- El médico Jaime Mendoza soñaba con unir los fértiles valles de su Chuquisaca natal con los centro mineros a los cuales dedicó gran parte de su vida: Siglo XX, Catavi y Uncía. Imaginaba poder hilvanar con una vía óptima – imaginaria por entonces- el Poder de los brazos de Oruro con los ricos filones estañíferos del norte de Potosí, pasando por los valles mesotérmicos chuquisaqueños y perfilarse rumbo a la macroregión del Chaco.

Jaime Mendoza fue un boliviano excepcional (nació en Sucre en 1874 y falleció en su ciudad natal en 1939), un médico con alma de maestro, sociólogo y geógrafo. Insistió bastante en la integración nacional porque pudo advertir que el Estado Boliviano estaba poco y mal comunicado, algo así como un coloso desarticulado, un ente macizo pero carente de vías que a manera de nervios cohesionen sus extremidades con la columna vertebral de la Cordillera de los Andes.

Mendoza fue un patriota que quiso ver a Bolivia sólida como granito, compacta cual lingote de alta ley en el Corazón de América. Pero las oligarquías de entonces, gobernantes desde 1825, no tenían como prioridad el fortalecimiento del país, sino tan solo el de su hacienda y patrimonio familiares. “El problema del país es que no hay caminos suficientes que nos unan y nos hagan un país fuerte”, advertía Jaime Mendoza. Pero sus llamados fueron desoídos, años después la historia le daría la razón al producirse la pérdida del territorio del Acre a manos de Brasil (1905), el Purus con Perú (1909), la Puna de Atacama con Argentina (1925, definitivamente) y el Chaco boreal a manos del Paraguay (1935). Con estos cercenamientos el corazón del maestro y médico de los mineros, palliris y campesinos sufrió mucho, pues para él el factor geográfico era clave si se buscaba el desarrollo y poderío nacional. Estas ideas las desarrolló en sus obras: El factor geográfico en la nacionalidad boliviana (1925) y El Macizo Boliviano (1935).

“Don Jaime Mendoza tenía razón en proponer unir al país por medio de caminos, si hubiéramos tenido caminos como ahora, jamás hubiéramos perdido terrenos en el Chaco. A causa de la falta de vías tardábamos meses en llevar soldados a Antofagasta, el Acre, y el Chaco, y ni qué decir de materiales, alimentación, agua especialmente”, señaló don Juan Ortega Ch. ex residente minero de Llallagua relocalizado a Cochabamba tras el cierre de las minas por las políticas neoliberales. “Recuerdo que desde niño escuchaba hablar de la diagonal Jaime Mendoza, era un pedido permanente de las autoridades y dirigentes mineros, en cada aniversario se pedía a las autoridades apurar las obras camineras pero no nos escuchaban, pero hoy es una realidad que hay que aplaudir”, expresó don Demetrio Villafán, relocalizado de Llallagua.

Desde el tiempo en que el doctor Mendoza Gonzáles planteó la necesidad de “reintegrar el país” han pasado más de 90 años, tras los cuales el pasado 21 de diciembre (Día del Minero Boliviano) se inauguró por fin gracias a la labor del presidente Evo Morales y de la ABC (Administradora Boliviana de Carreteras). Con esta vía color estaño se ensartan a manera de eslabones las riquezas naturales del país: el estaño de Oruro y Llallagua; el oro de Chuquihuta; los dorados maíces de Pocoata, la fuerza de bronce de Macha, la milenaria papa de Ocurí y Ravelo, así como los verdes frutos de los valles chuquisaqueños. Pero el proyecto no queda ahí, la “Diagonal” llega hasta Ipatí en Santa Cruz pasando por las poblaciones de Tarabuco, Zudáñez,  Padilla, Monteagudo y Muyupampa ¿De ahí a dónde más? “Podemos llegar al Paraguay, la Argentina y Brasil, o sea, prácticamente es otra vía que puede conectar los océanos Pacífico y Atlántico”, aseveró Juan Ortega Ch.

¡Qué diría el alma de este notable patricio al saber que Oruro está tan solo a 80 minutos de Siglo XX; que tan solo 10 minutos separan Llallagua de Uncía y que en 4 horas un vehículo liviano llega de Llallagua a Sucre!

Esta monumental obra realizada por la ABC (Administradora Boliviana de Carreteras) consta de 233 kilómetros desde Llallagua a Sucre pasado por el puente Fisculco de 322 metros; tuvo una inversión de 237, 40 millones dólares.